LOCALIZACIÓN E INSTALACIÓN DE UN CULTIVO HIDROPONICO



Existen algunos criterios importantes que deben ser tomados en cuenta para obtener mayor eficiencia, mejores resultados y éxito en el producto final y en la empresa comercial que nos proponemos. El criterio más importante es ubicar la huerta en un lugar donde reciba como mínimo 6 horas de luz solar. Para esto es recomendable utilizar espacios con buena iluminación, y cuyo eje longitudinal mayor esté orientado hacia el norte. Se deben evitar aquellos espacios sombreados por árboles, los lugares inmediatos a casas u otras construcciones y los sitios expuestos a vientos fuertes.

La mayoría de los cultivos hidropónicos se hacen a libre exposición, pero en aquellas zonas caracterizadas por excesivas lluvias se deberá prever la instalación de algún tipo de techo plástico transparente, de uso agrícola.
Es también muy importante la proximidad a una fuente de agua para los riesgos, con el fin de evitar la incomodidad y el esfuerzo que significa transportar los volúmenes de agua necesarios.
Algunos elementos, como los recipientes plásticos para el almacenamiento del agua y los nutrientes, la regadera y un pulverizador, deberían estar cerca de los cultivos de la huerta; ya que son elementos que se utilizarán muy frecuentemente. Es importante prevenir ataques de pájaros, que pueden producir daños importantes, especialmente cuando se utiliza un sustrato sólido, como cascarilla de arroz.
La idea de que los cultivos sin tierra sólo se pueden obtener en condiciones de invernaderos plásticos no es completamente cierta. Algunas experiencias conducidas en distintos países de América Latina y el Caribe con cultivos de apios, acelgas, lechugas, nabos, pepinos, perejil, rabanitos, tomates y otras hortalizas, sin utilizar cobertura plástica, indican que es posible obtener buenos productos y plantas a la libre exposición, cuando ellas están adaptadas a las condiciones ambientales del lugar donde se cultivan.
La cubierta plástica (o de vidrio) sólo se necesita cuando se cultivan hortalizas o plantas fuera de las condiciones a las cuales están adaptadas y cuando se desea evitar los riesgos de infecciones y ataques de algunos de sus enemigos naturales. Cuando existen diferencias ambientales (heladas o temperaturas muy elevadas) es posible compensarlas con una mejor nutrición y cuidados a través del cultivo hidropónico.
Hay hortalizas que se adaptan a todas las condiciones de clima de la mayor parte de las regiones habitadas del mundo. Así, es posible cultivar repollos, arvejas, cebollas, frutillas o fresas, y plantas aromáticas y ornamentales, en épocas o climas fríos; también se puede cultivar porotos verdes, acelgas, tomates, cilantro, pepinos, betarragas, y muchas otras plantas, en épocas o climas intermedios; y ají, albahaca, zapallos, melones, pimentones, sandias, tomates y otras, en épocas o climas calientes.
Es muy importante y se recomienda decididamente que el lugar destinado a la huerta hidropónica popular esté cercado, para impedir la entrada de animales domésticos (aves de corral, conejos, gatos, perros, etc.) o personas irresponsables. Este es uno de los elementos limitantes para iniciar y hacer prosperar una HHP. Si no es posible aislar la huerta de este tipo de animales o personas, la recomendación es no invertir ningún esfuerzo, por que más tarde o más temprano éste será perdido, generándose una gran desmotivación.
Quienes, además de mejorar su alimentación, deseen obtener ingresos adicionales a través de una HHP, deberán planear una mayor producción, para lo cual es necesario disponer de mayores espacios. En estos casos, sin embargo, los criterios de ubicación siguen siendo los mismos.
El espacio en si mismo no es el factor más limitante para los cultivos hidropónicos. Es posible cultivar una HHP en menos de un metro cuadrado o en la mayor de las terrazas o patios caseros que se pueden tener en una vivienda urbana.
La mayoría de las HHP instaladas en diferentes países tienen un área que varía entre 10-20 m*, pero hay familias o grupos que cuentan con áreas de cultivo superiores a 200 m*, lo que les permite comercializar su producción.
Combinando las diferentes formas de HHP que existen (canales horizontales recostados en las paredes de las viviendas o muros; canales angostos y poco profundos; camas de cultivo hechas en madera; recipientes tubulares verticales en PVC o plástico; simples tiestos plásticos individuales, etc.) se puede tener una atractiva y provechosa huerta de hortalizas limpias y nutritivas.